End sucede en un tren andando. En él la cámara nos obligará a espiar a gente que espera, tranquila en su viaje sin hacer mucho más. Observaremos su vergüenza, su osadía, una sonrisa o sus sueños muy a la distancia, pero tan cerca que encontraremos similitudes con los nuestros.
De estructura muy simple Artavazd Peleshian parece hablarnos de profundidades difíciles de alcanzar al observar a alguien. Con su punto de vista vouyerista nos hace más fácil fantasear con lo que pasa en las cabezas de los ‘protagonistas’, y luego nos hace preguntar ¿qué espera esta gente? Hasta que la toma de una hermosa niña nos muestra su somnolencia, seguida del ya entrado descanso de otro niño y finalmente salimos del tren.
Entonces dejaremos a la gente y tal vez comprendamos que son gente de tierra, gente que vive de ella, y lo ha hecho por mucho tiempo, ahora entendemos sus ropas, gestos y tal vez hasta su piel. El sol nos quema las pupilas detrás de una montaña, como prometiéndonos un destino. Tal vez no a nosotros pero si a aquellos niños.
Pero para llegar habrá que cruzar un largo camino, el tiempo estará medido por la iluminación que nos cubra, la que nos alcance. A más luz, menos tiempo habrá que esperar. Pero, ¿Qué espera esta gente? Parece que ellos simplemente esperan el final.
De estructura muy simple Artavazd Peleshian parece hablarnos de profundidades difíciles de alcanzar al observar a alguien. Con su punto de vista vouyerista nos hace más fácil fantasear con lo que pasa en las cabezas de los ‘protagonistas’, y luego nos hace preguntar ¿qué espera esta gente? Hasta que la toma de una hermosa niña nos muestra su somnolencia, seguida del ya entrado descanso de otro niño y finalmente salimos del tren.
Entonces dejaremos a la gente y tal vez comprendamos que son gente de tierra, gente que vive de ella, y lo ha hecho por mucho tiempo, ahora entendemos sus ropas, gestos y tal vez hasta su piel. El sol nos quema las pupilas detrás de una montaña, como prometiéndonos un destino. Tal vez no a nosotros pero si a aquellos niños.
Pero para llegar habrá que cruzar un largo camino, el tiempo estará medido por la iluminación que nos cubra, la que nos alcance. A más luz, menos tiempo habrá que esperar. Pero, ¿Qué espera esta gente? Parece que ellos simplemente esperan el final.