lunes, 31 de mayo de 2010
Grey Gardens - Maysles Brothers
Contratados por los Kennedy, los Maysles se encuentran con un descubrimiento maravilloso. La famosísima familia tiene, como todas, a sus integrantes poco deseados: Edith Bouvier Beale y su madre Edith Ewing Bouvier Beale. Viven en una casa que parecería abandonada, propiedad que algún día fuera una gran mansión para la familia Bouvier, una de las más importantes de Norteamérica.
Los hermanos Maysles entran solos sin más, a convivir con esta pareja de madre-hija que al parecer están inmersas en una locura a la par. Los 4 se vuelven amigos y las Bouvier les permiten a los Maysles entrar hasta sus propias recámaras en los momentos más incómodos, incomodidad que ellas viven de maneras muy excéntricas.
La relación se va dando y con cada segundo que los Maysles están con los pies dentro de la casa, las Bouvier se acercan más a ellos y ellos en cada respirar se hacen tanto amigos como responsables de lo que capturan en film. El resultado es maravilloso por que las Bouvier terminan comprendiendo a la cámara como su aliada, inofensiva ante su situación tan extrema. La ventana al alma de la locura, queda plasmada perfectamente por el par de geniales hermanos.
Documental Casting- Autoretrato
es mucho más corto de lo que dice q es, se subieron como 15 minutos de negro...
Juvenile Court - Frederick Wiseman
En Juvenile Court, Wiseman se ha hecho más hábil, un perfeccionista de su lenguaje y rompe las convenciones de formato al hacer una película mucho más larga de lo acostumbrado ya por la industria, siempre en pro de su mensaje.
Juvenile Court se ubica de nuevo en los Estados Unidos, esta vez al sur en una corte juvenil para analizar los casos que ahí se presentan y cómo el sistema los maneja. Wiseman busca retratar más allá de las prácticas institucionales, la moral norteamericana y su conciencia de sí misma para impartir justicia.
En esta ocasión Frederick se muestra menos exquisito en su estética fotográfica y busca alcanzar el contacto magnético con el público através de mostrar con orden, ritmo y perspicacia lo que sucedia frente a él, logrando aún volverse invisible cual ninja permitiendo la naturalidad a pesar de la presencia de la cámara.
El ejercicio es muy interesante sin embargo Wiseman parece comenzar a perderse en sí mismo y olvidar al público, reduciéndolo a sólo aquellos capaces de estar en conexión con una película llena de sutilezas e imágenes que a veces no están ya ahi.
Titicut Follies - Frederick Wiseman
Como Depardon en San Clemente, Wiseman realizó un documental de temática similar varios años antes del francés. Sin embargo el mítico documentalista, en su primer trabajo dejó ver su inexperiencia, aunque con gran brillantez.
Titicut Follies es una película que juzga a la institución del internado psiquiátrico. El tipo de tratamiento acostumbrado en la época que se realizó, es casi excesivamente dramático, haciendo que un impacto profundo sea más probable, pero dificultando la conducción del mensaje debido a la densidad de las mismas imágenes.
Enfrascándose en el espacio, Wiseman nos transmite la ansiedad y desesperanza que existe en un lugar como este, sin embargo hace a un lado a los internos justo como lo hacen sus doctores, y termina enfrentándonos a un lugar que parece de ciencia ficción. Titicut Follies se presenta como una película de terror de orden paranoide en la que antes de empatizar y preocuparnos por la existencia y malas prácticas, nos crea un miedo antagónico a la simple existencia del edificio y de los que trabajan en él, dejando a su públiico en lugares comunes con respecto a la temática, oscuros, fríos y despersonalizados.
Delitos Flagrantes - Raymond Depardon
Delitos Flagrantes es el estudio de la sala de declaraciones francesas, donde se discuten y descartan delitos menores en busca de que el estado permita al presunto delincuente el cambiar su actitud ante la ley con alguna oportunidad, o no.
Depardon utiliza una cámara fija en un encuadre repetitivo hasta el hartazgo de cómo suceden una serie de discusiones de esta índole. Encontramos momentos maravillosos de realidad cuando una mujer que al permitirle ser escuchada se abre y relata todo lo que hace para sobrevivir. Otro es cuando un inmigrante de origen argelino es cuestionado sobre un robo, y es muy interesante cómo se desenredan los nudos criminales por los que son convictos o libres.
Depardon muestra de nuevo su gran sensibilidad al adaptarse a la situación y ésta vez manteniéndose completamente estático, lejos de juzgar al ministro que se pone del lado del delincuente o del criminal que tal vez se salga con la suya, Depardon observa y nos hace observar, nos vuelve testigos de la intimidad creada en una pequeña sala entre el estado, el caos y el sentido común o la falta de él. El director olvida los rostros y la emocionalidad dramática y nos provoca a simplemente escuchar y observar.
San Clemente - Raymond Depardon
El retrato de una institución mental podría llamarse algo fácil de realizar, ahí el problema se vuelve la reflexión, la conciencia y la sensibilidad para hacerlo. Depardon en este caso nos muestra su dominio sobre estos tres factores al desarrollar una obra que se adentra al núcleo de la condición humana con una cámara y un micrófono.
La fluidez de la cámara de Depardon parece motivada por la magia. El director lleva un seguimiento de la acción que en momentos brillantísimos parece que es él mismo quien la provoca, coomo en aqulla secuencia donde uno de los internados juega con una llave de agua y él lo sigue hasta que regresa a la misma llave de agua. La pregunta sería, si eso es lo que quería hacer el interno, o si fue la presencia y sutileza de Depardon que lo encerró en una acción cíclica. De ese alcance es el poder de Depardon y nunca se sabrá la verdad.
En este trabajo en busca de la humanidad de aquellos a quienes se las han cuestionado por su condición mental, Depardon logra extraerla de ellos y mostrarnos que probablemente esa humanidad llena de locura puede ser más rica que la de muchos de nosotros, fuera de una institución, intentando ignorar nuestras condiciones comunes.
Momma Don't Allow - Karel Reisz y Toni Richardson
Momma Don't Allow puede ser mi preferido de los tres ejemplos de Free Cinema revisados por este blog, su naturalidad y ficcionalización no son contrarias y más aún se complementan de manera homogenea haciendo de ver la película un rato placentero e interesante.
los realizadores parecen aterrizar todas sus pretenciones y enfocarse en alcanzar una naturalidad antes no vista, nivel que puede argumentarse no es alcanzado, pero búsqueda innegable después de ver el film. Historias confluyen en un evento de baile, cada quien con historias particulares pero con ese punto muy en común, bailar y ser parte del grupo que lo hace así juvenilmente.
Para sus tiempos logramos ver un mundo que probablemente estaba muy escondido, y se logra aún, hacerlo atractivo y normal, sin estigmas moralistas ni conservadores, el mundo que es es el que se muestra y no deja dudas respecto a eso. A pesar de que las profundidades que alcanzan los realizadores no llegan a ser muy profundas, son atinadas en su ambientalización y enfoque, dejando al público deseando más pero con una visión vasta del submundo retratado.
Together de Lorenza Mazzetti
En Together, se busca alcanzar la sutileza de ejemplos como O Dreamland, trtando de extraer la naturalidad excluyendo el idioma, sin embargo la presencia de una historia (aunque aparentemente hueca) y su fuerte escenificación entre cortes evitan eso.
En este filme se nota una gran preproducción y recreación de escenarios, que aunque naturales, el abuso estético en busca de el encantamiento visual no permite que atraiga, al mantenerse ambigua entre dos mundos que al parecer los realizadores mismos no tienen muy claros. EL efecto de esto es una tediosa y sobrecargada de mensajes que nunca llegan a nosotros por quedarse a la mitad constantemente.
Al final el filme resulta agradecido por terminar ya que la ambigûedad como mensaje es difícil de lograr con fuerza efectiva en el cine y resulta confuso para el espectador que busca una experiencia concreta, tal vez diferente a lo que opinaría un público de búsquedas experimentales y/o intelectuales. Ellos podrán arrojarse a un mar de análisis del tiempo y espacio, faceta que este filme alcanza de mandera profundísima mucho más allá que sus contrapartes compañeras.
O Dreamland - Lindsay Anderson
O Dreamland forma parte de una serie de filmes que se les clasificó como Free Cinema, originado en Londres a mediados del siglo pasado.
Este Free Cinema se volvería uno de los estandartes que dieron paso a la Nouvelle Vague de Francia unos años después. Las características que muestra O Dreamland carece de personajes principales comunes, tomando siempre el primer plano para reflejar una atmósfera cultural construída por particularidades, en este caso muchas al ser un centro recreativo con juegos, animales y exhibiciones.
La falta de ficcionalización en la producción del filme, se transforma en una redirección de la atención hacia los elementos estructurales de la película, el montaje, el sonido y la dialéctica de la imagen se convierten en los poderados totales del discurso, faltos de una escenificación acomplejada y explícita, aunque en momentos se vuelva lenta y de un sentido borroso hacia su fin.
Atomic Café - Kevin y Pierce Rafferty y Jayne Loader
Este film se basa en el reciclaje de material de archivo, usando imágenes de todo tipo de orígenes apra retratar el estilo de vida entorno a la guerra y cómo se mostraba la guerra hacia las masas.
En intentos acertadícimos uno tras otro, los realizadores muestran la maestría dialéctica que poseen y asi de corte en corte, lograr adentrarnos con dura ironía y sarcasmo, sin alejarse de la realidad acerca de el discurso oficial estadounidense desde el final de la guerra y através del inicio de la guerra fría con la URSS.
Aunque audaces y elocuentes, la película goza de una inclinación hacia lo que el día de hoy es socialmente aceptado pensar acerca de la bomba atómica y el miedo social. Los que terminan pecando son los generadores de todo el contenido ahora aprovechado en su contra. Hay escenas que en la actualidad son ridículas de pies a cabeza y hacen fácil llegar el concreto mensaje antibélico. Con maestría en la edición esta película nos reflejará y alejará poco a poco de los mediados de siglo para poder vislumbrar lo que al día de hoy pasa en nuestros países, cara del documental que yo rescataría como lo más valioso, la cuestión del presente que habla de nuestro futuro aprovechando el pasado, el material de archivo.
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