jueves, 15 de abril de 2010
La pyramide humaine - Jean Rouch
El experimento realizado en este film tiene un doble engaño. En un inicio el director plantea a sus 'sujetos', jóvenes de la ciudad africana de Abidjan, la ficción parcial de sus actos frente a la cámara, pidiéndoles estar de un lado, ya sea de los racistas o el de los no racistas.
Comentemos la escena que desenlaza el final de la película. Alain con el corazón roto corre por el barco desesperado, con sus amigos tras de él. El muchacho salta hacia un oleaje muy agresivo y nunca sale. Sus amigos quedan traumatizados por el evento y finalmente se despiden unos de otros, racistas o no.
El director nos ha logrado sorprender. La muerte de un joven no es lo que esperamos en el documental y las preguntas son lo que sigue ¿Será esto verdad? La natural incredulidad de haber presenciado una muerte en film nos deja en una incomodidad que probablemente nunca habíamos sentido.
Jean Rouch nos hace rozar la muerte, la acariciamos y aunque se nos revele que en efecto esto es todo una escenificación, el trauma prevalece. Jean Rouch ha logrado algo que en la historia del cine los grandes directores han alcanzado. Hemos sido marcados.
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